domingo, abril 29, 2012

DE LA VIDA SIN MARTA (POR AHORA... PORQUE VOLVERÁ)

No tengo muy claro que hago aquí en Londres, realmente no tengo claro NADA de NADA en la vida, aunque bueno, en parte también estoy aquí por eso… para reflexionar (y con unas pintas se reflexiona fenomenal… haha) En serio, si hay una razón para estar aquí estoy segura que es poder conocer a personas maravillosas que me están llenado tanto y haciéndome inmensamente feliz. No es Londres, es la gente que me rodea la que está convirtiendo mis días aquí en los más felices de mi historia. Días que parecen años… porque los quiero tanto que parece que les conozco de toda la vida… ¿cómo se puede querer tanto en tan poco tiempo? Así es Londres supongo, muy intenso… ¡¡ay “la familia”…!! Ahora, uno de sus miembros nos ha abandonado…

A Marta la conocí a los tres días de poner el pie en tierras inglesas en una fiesta de cumpleaños. La llamé “retrasada, degenerada y subnormal” y una lindeza detrás de otra… desde el cariño, como siempre… y a partir de ahí pues hasta que se marchó esta misma mañana. Esa noche no paré de reír y esa sensación de conocer a alguien de siempre ya existió… los minutos en aquella fiesta se convirtieron en meses…


Con Marta he ido al teatro, a galerías, de pintaS, a tomar UN café (nótese el “un” resaltado en café y el plural en “pintas”), a conciertos, al ballet, he visto pelis, hemos ido de compras, de fiesta, a escuchar jazz, a bailar… a intentar ligar (porqué no reconocerlo… sobre todo lo de intentar… aaaargftrdtr) He acabado rodeada de travestis, he comido salt beef beigel todos los miércoles cuando nos echaban de los garitos, hemos terminado en el Fabric un domingo sin saber ni como… me ha aguantado cantar a Mary Poppins (“compre Ud. Migas de pan… compre, compre, migas… de pan…” al pasar por delante de San Paul), me he metido con su forma de bailar (porque ella sabe que realmente me encanta y ahora bailo así… haha) Gracias a Marta ya se donde encontrar en Londres "requesón" si siento añoranza de ese manjar que me recuerda a mi niñez... (aunque para ella sea un dulce Bangladesh muy exótico...) No olvidaré esos grandes momentos "en su bar", mientras trabajaba en un pub justo al lado de mi casa… e ir a verla un día sí y otro también (a riesgo de terminar alcoholizada…) para que sus noches se le hicieran menos aburridas y largas (y a mí!!! claro...), también me he enfadado e indignado mucho más que ella cuando sus cosas no han salido como debían, sintiéndolas propias... Pero creo que con Marta, sobre todo sobre todo: NO HE PARADO DE REIR. ¡¡¡¡Así, SÍ!!!!

El caso, es que no sé porqué… conociéndome… me ha acogido y querido dentro de su círculo lo cual yo le agradezco inmensamente. GRACIAS.

Ahora, Marta no está, Marta se fue… ahora empieza un Londres para mi sin ella… y la voy a echar mucho de menos, ella lo sabe y ahora lo sabéis todos. No será lo mismo…

Hemos hecho un montón de cosas juntas, pero es verdad que todavía nos quedan muchas más por hacer, porque Marta volverá y a este ritmo yo seguiré por aquí… Mente positiva Bea… Puff, aún así, no puedo dejar de sentir mucha pena… Londres es una ciudad de paso, pero ella ha sido mi primera persona muy querida en irse… y esta sensación amarga es nueva. Así que, con vuestro permiso, tengo que parar de escribir y me voy a llorar un rato…

jueves, abril 12, 2012

DEL USO DE LA LENGUA (Y ME REFIERO AL IDIOMA, MAL PENSADOS)

Siempre he sido mujer de pocas palabras… quiero decir, que hay pocas palabras que no use constantemente y como una ametralladora… Sí, me gusta hablar, mucho, demasiado… y es frustrante no poder expresarte con propiedad y poder decir todas las cosas que se te pasan por la cabeza como haces con tu propia lengua.

Para alguien como yo, que ya tiene problemas con su propio idioma… y una constante fijación por cambiarle los nombre a las cosas… puede resultar bastante complicado… y por supuesto también brindarte situaciones de lo más absurdas.

En España me he pasado años llamando al bar “Corto Maltes”: “Coronel Tapioca”, recuerdo ese día en el que pedí a mi amiga Sofía que por favor me llevara “a la cebolla coja” ese gran restaurante asturiano que realmente se llama “la burbuja que ríe” (era algo redondo que le pasaba algo… desde mi lógica no iba tan desencaminada…) hubo un pobre muchacho al que estuve llamando años “Camomilo” cuando realmente se llamaba “Camilo”… ahora bien, mi favorita es: hacer “la cogorza” en vez de “la corza” (paso que aprendí en gimnasia rítmica) Estas son algunos de los cambio de nombres que ahora mismo recuerdo, pero hay montones más… (Sofía si me estás leyendo te estarás acordando de unas cuantas más jodía!!)

Pues si unimos a este don natural el cambio de idioma resulta que…

- Yo no hago la compra en el “Sainsbury's” no no no, ni mucho menos, yo la hago en el “Salinsbury”…
- Si te hablo de “El factory”, te estoy hablando del “Fabrik”
- Si hablo de los 80´s “eighties” los llamaré los “ochentis”

Y ahora, añadimos la falta de comprensión del inglés en algunas ocasiones… a mis idas de cabeza... ejemplo:

- ¿Are you single? (¿eres soltera?)
- Yes sure! I´m a singer!! I can sing a song for you if you want!! (si soy cantante, te puedo cantar si quieres)

Luego tengo las situaciones con mi compañero de piso Ryan, inglés de pura cepa al que no le entiendo ni la mitad… me hace una pregunta, yo respondo, y normalmente me vuelve hacer la misma pregunta pero diferente… y yo me pregunto… ¿me ha preguntado lo mismo dos veces? ¿Por qué insiste si ya le he contestado? ¿Me habrá preguntado otra cosa y le he respondido lo que me ha parecido? Y como es tan inglés… pues nunca me dirá que le estoy contando algo que no me ha preguntado, que probablemente ni le interesa y además, se lo estoy contando dos veces… así que… solemos entrar en bucle…

En fin… que lógicamente estas cosas son inevitables… igual que lo era que dedicar un post al idioma… teniendo en cuenta lo que a mí me gusta usar la lengua… ;)