DE UN DOMINGO EN EL HOGAR (YA ERA HORA POR OTRA PARTE...TENER HOGAR Y NO SALIR)

Ayer fue uno de los pocos días (contados con los dedos de una mano, ya os lo digo, y me sobran dedos…) que no he pisado la calle… Después una fiesta de cumpleaños que terminó en el Fabric… dormí un par de horillas, un café, me activé y tuve uno de los domingos más fabulosos en cuanto a nivel creativo se refiere. Me fumé prácticamente una cajetilla de tabaco… ¡¡con lo caros que son por Dios!! Menos mal que llega suministro español… cada paquete es un pequeño tesoro… en fin, me lo perdono, ¡¡un día es un día!! Además, me imaginaba a mi misma en plan escritor del siglo pasado… frente al papel en blanco y la pluma o con la máquina de escribir, encendiéndose un cigarrillo tras otro, buscando quizá la inspiración en las espirales del humo…

Como mucho sabéis, nunca he sido muy casera… siempre he creído que todo tiene su momento… y ante un buen plan ¿cómo negarse? ¿Me voy a perder esto por estar en casa? No way!!! Como soy un ser tan taaan social (necesito estar rodeada de gente para sentirme bien) y suelo ser mucho más de estar por las calles (ya me pasaba en Madrid que soy un culo inquieto y me apunto a un bombardeo), resulta que cuando estoy en casa, estoy en casa, quiero decir, que lo disfruto el doble. Y los momentos de soledad se vuelven maravillosos.

También es verdad que antes tenía casa, no un “home, sweet home”… y casi prefería estar fuera que de allí… En fin, que me he mudado a mi calle favorita de London. Una calle con solera y mucha historia… una calle donde vivió mí adorado Edgar Allan Poe y el periodista Daniel Defoe. Lo que me encanta de esta calle es que parece un pueblito, con su iglesia, su cementerio (que frecuento asiduamente, disfruto perdiéndome entre las tumbas en busca de historias que me brindan las lápidas… suena chungo pero ya he dicho que amo a Poe ¿no?) y tiene un parque muy bonito... mi casa está justo delante. Es un piso, pero no necesito jardín porque como ya he dicho tengo un precioso parque en frente. Me siento muy afortunada de vivir en Stoke Newington (El mejor barrio de Londres, pese a lo que muchos digan por ahí…) también de estar aquí, de mis dos compis de piso que son extraordinarias… y otra vez, repito, lo mismo empiezo a creer en Dios para poder darle las gracias a alguien o algo…

El caso es que me siento motivada, inspirada… Llevo dos días encerrada en casa sin parar de escribir… sentadita frente al ordenador, en la mesa de madera del comedor, junto al mirador con vistas a Crissold Park. Idílico… Dos post en el blog en dos días… habrá que aprovechar la racha creativa…

Tampoco es que tenga mucho dinero y ante la inminente visita de mis amigas de MadriZ no puedo permitirme lo poco que tengo malgastarlo… así podré darlo todo con ellas.

Van a ser tres días de encierro voluntario. Me recluyo con mi té, mi tabaco, mis series, mis pelis y mis judías congelas… dedicándome a lo que más me gusta en este mundo: crear y contar historias.


Vale, mañana tengo una cata de vinos gratis… ¿seré capaz de no ir? Ahahahah!!!