Voy a contar una de mis teorías sobre los hombres, Teoría de: “El Hombre pastor”. La hago pública porque a lo largo de los años ya he corroborado empíricamente de sobra que existen. Y tampoco es algo que no sepamos, viene ser una revisión de “El perro del Hortelano” (que ni come, ni deja comer…)
El prototipo “Hombre Pastor": El
pastor tiene a sus ovejitas al rededor, están pastando por el campo tranquilas,
las cuida, las guía, las observa, las mima, que estén contentas todas... y lo
más importante: que estén cerca de él. Fácilmente a su alcance (por si hay que esquilarlas...). Ellas por su
lado le admiran y le quieren... es su mesías... (No en vano la oveja es el animal más tonto que
existe sobre la tierra)
El problema surge cuando una oveja se
separa del rebaño... el pastor se pregunta - Uy ¿cómo ha podido pasar esto? ¡Ovejita!
¡Ovejita! ¿Dónde vas? ¡¡Sí junto a mi no hay mejor lugar!! ¡No puede ser…! ésta
ovejita es mía y tiene que estar al retortero mío... ¡No te vayas! – esto se
dice a sí mismo, su orgullo no le permite pensar que esa oveja quiera irse a
pastar sola a un prado, con otro ganado o con otro pastor… Así que va a por ella con intención de que
vuelva al rebaño... aunque realmente, él sabe, que esa ovejita díscola no le
interesa ni más ni menos que el resto... Casi siempre, éste comportamiento y
repentino interés del pastor confunde a la oveja… la pobre empieza a dudar y a veces
hasta vuelve al rebaño convencida de que realmente le importa “algo” al pastor.
Ahora, si la oveja consigue pasar los
obstáculos y saltar la valla... el pastor la habrá perdido definitivamente
¿será una perdida para el pastor? sí, al principio... se verá afectado
emocionalmente, pero pronto se concentrará en buscar a otra oveja estúpida que
la reemplace. Ni más ni menos.
Y con esto no digo que el pastor sea malo,
o que lo haga intencionadamente... simplemente hace lo que sabe y lo que le
gusta... pastorear. Lo peor... es que al final de todo... el pastor pasará del
rebaño porque en un momento de despiste se le cruzará una zorra que terminará
con todas la ovejas...
Cuesta saltar la valla, queridas ovejitas
mías, pero cuando se consigue no hay que mirar atrás…
También, muchas veces puede ocurrir que en la
oveja surja una metamorfosis al dar ese duro “salto”. Se convierte así, en
perro pastor que decide libremente ayudar al señor pastor a cuidar del
rebaño... y evitar posibles zorras... (Y
digo perro y no perra… haha)Hombres que leáis esto… no tengáis miedo de sentiros identificados… como vosotros, el 80%...
PD. Contaros la dificultad y el reto que ha sido encontrar un a foto de un pastor con ovejas que no parezca un SANTO o un JESUCRISTO... ayayayay
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